El sueño es esencial para el bienestar físico y mental de nuestros hijos, y garantizar que duerman lo suficiente es una responsabilidad clave para los padres. La Sociedad Española de Medicina de la Adolescencia (SEMA) informa que el 30% de los niños y adolescentes experimentarán alguna alteración relacionada con el sueño en algún momento de su desarrollo. La falta de sueño puede tener consecuencias graves en el desarrollo físico, cognitivo, psicológico y social, tanto en el presente como en el futuro.